GENIO Y FIGURA
La importancia de LeBron James en los playoffs, y especialmente en las finales, ha sido incuantificable. El alero de Miami Heat demostró en los dos lados de la cancha su superioridad sobre el resto de los mortales en la cancha. James consiguió liderar a Miami con 37 puntos y fue elegido MVP de las finales.
Con esta designación, James iguala a Michael Jordan y a Bill Russell en ser los tres únicos jugadores en ganar el MVP de la temporada regular y el el anillo de las finales dos años consecutivos. Sólo el 23 de los Bulls y la leyenda de Boston Celtics habían logrado ese éxito antes, sin embargo Jordan y James son los únicos en ganar los dos MVP, de la temporada y de las finales,en dos temporadas seguidas.
Con 37 puntos, el alero de los Heat iguala la máxima anotación en un séptimo partido de las finales con Tom Heinsohn, que lo logró en 1957. El alero también tiene el mérito de ser el mejor jugador en lo que a promedio de puntos se refiere en un séptimo encuentro.
Sus números, 12 de 23 desde tiros de campo, 5 de 10 en triples y 8 de 8 desde la línea de personal, acompañado de 12 rebotes.
LeBron fue capaz de dominar todas las facetas del juego e imponerse de manera clara tanto en ataque como en defensa. Con, o sin cinta en la cabeza, el alero no tuvo rival, especialmente en el partido definitivo.
Pese a la gloria, el MVP mantiene los pies en la tierra. Segundos después de recoger el premio de mejor jugador se dirigió al público del American Airlines Arena y con humildad, dejó claro su filosofía: "No me importa lo que la gente piense de mí, yo sé quién soy. Soy LeBron James, de Akron, Ohio. No debería ni estar aquí", concluía el rey de la NBA.
Así jugó LeBron el 7º partido: